Decía Ortega y Gasset en La rebelión de las masas; "Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil". Cuánta razón tenía Don José.
Durante mucho tiempo, ser de izquierdas en este país equivalía a “rojo” y olía mal. Hoy en día ser de derechas equivale a “facha franquista retrógrado” y huele mal. Tanto unos como otros piensan que están en posesión de la verdad absoluta, y que el otro está equivocado. Pero cuando gobiernan ambos están de acuerdo en algo, aferrarse a la poltrona a toda costa. Y no hay caso de corrupción o crisis económica que pueda desviarlos lo más mínimo de su objetivo. Ambos venden que son lo mejor para el pueblo pero ambos gobiernan de espaldas al pueblo.
Y digo yo, ¿Acaso las mentiras de la izquierda son más honorables que las mentiras de la derecha? ¿Acaso los casos de corrupción de la derecha son más honorables que los casos de corrupción de la izquierda?
Un votante socialista de Extremadura, Andalucía, Asturias, Castilla y León o Madrid, no creo que pueda estar muy de acuerdo con indultos, amnistías ¿lo próximo el referéndum? Salvo que sea el típico fanático que por desgracia abunda mucho en este país tanto en un lado como en el otro, y que dice siempre sí a la voz de su amo, aunque el amo lo esté engañando y tratando como a un pelele, que es como los políticos de todos los colores tratan al ciudadano de a pie en este país, pero es más fácil pertenecer al rebaño que tener pensamiento propio.
A un votante socialista no creo que le parezca bien pasar del “si gobernara con Podemos no podría dormir por las noches” a gobernar con Podemos durante cuatro años.
¿Qué puede pensar un votante del PP de que su líder nacional paseara en yate con un narco?
La derecha y la izquierda son falacias para alinear y alienar al pueblo. Y la democracia es una dictadura donde nos dejan echar un papelito en una urna antes de obedecer durante cuatro años.
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